15 de octubre de 1879.

En una trágica riada que inunda la ciudad Murciana, se ofrecen algunas mujeres para socorrer a los habitantes, especialmente a las niñas huérfanas. Es así como una semilla empieza a germinar por obra del Espíritu Santo por medio de aquellas mujeres caritativas, que más adelante resaltará la figura de la Venerable Madre Paula como fundadora, que se desvive por aquellos que necesitan un aliento de paz y bien, en medio de tanta angustia.

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